Mirá quien volvió

Después de más de 100 días sin jugar, Juan Pablo Carrizo se volvió a poner los guantes y salió ayer a la cancha para defender el arco de River, el más grande del mundo según Amadeo Carrizo, en su visita a Botafogo por la Copa Sudamericana. Se mostró muy seguro, descolgó casi todos los centros y prácticamente no dio ningún rebote. Si bien no fue muy exigido por los tiros brasileños (casi todos fueron forzados o desviados), demostró que la inactividad no es un problema y que tranquilamente podrá hacerle sombra a Roberto Abbondanzieri en la próxima convocatoria.
La única vez que se vio vulnerado fue en la jugada del gol: un potente y viboreante tiro de Joílson se le coló por arriba y determinó la derrota de River. Seguramente en el torneo local siga siendo suplente, pero la semana que viene tendrá revancha por la copa, y si su equipo logra pasar de ronda, se asegurará al menos otros dos partidos como titular.

En Olé | La bala no se agarra