miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un nueve, dos goles y algo más

Muchos se preguntaban para qué servía este amistoso que Argentina le ganó a Ghana por 2-0, y la verdad que tenían razones para dudar de la importancia de este partido entre el combinado del fútbol local contra los suplentes de la Selección ghanesa, a 10 días de la primera final por Eliminatorias contra Perú. Pero si para algo fue útil este encuentro, fue para que un centro delantero, en este caso Martín Palermo, juegue de arranque en la Selección argentina y demuestre la importancia de un puesto que últimamente había perdido terreno frente a los ligeritos, que pocas alegrías brindaron con la celeste y blanca.
Palermo fue el hombre del partido, no sólo por los dos goles y el protagonismo que tuvo dentro del área rival, sino porque a partir de él se armó todo el resto del equipo. El segundo delantero, en este caso Gabriel Hauche, se movió alrededor suyo, aprovechando los espacios generados por el 9, a quien también usó de pívot para entrar en carrera como hace Lionel Messi en el Barcelona. Los volantes por los costados, Enzo Pérez y Leonel Vangioni, y el lateral por izquierda, Luciano Monzón, tenían la referencia dentro del área, tanto para mandarle un centro como para usarlo de señuelo en la jugada personal. Encima, a la hora de defender, el centro delantero al presionar por el centro marcaba cómo debían salir sus compañeros de forma escalonada detrás suyo. Obviamente, la debilidad del rival permitieron que estos conceptos del juego de hayan desarrollado con mayor facilidad.
Todo esto generó que el equipo haya estado armado, que cada uno haya podido cumplir con su función en el sector adecuado de la cancha. La Selección de ayer le sacó el jugo a armarse del 9 para atrás, habrá que ver si contra Perú y Uruguay Palermo o Diego Milito tienen la oportunidad de repetir lo de hoy en Córdoba.

Los goles: