lunes, 19 de noviembre de 2007

El valor de las variantes

Desde el principio se supo que el partido era sencillo. Por eso Basile se animó al cambio de esquema. Un esquema que la mayoría de los equipos europeos usa y en el que la mayoría de los players del “Coco” se sienten cómodos. El 4-2-3-1 es un sistema que brinda seguridad en defensa con, por lo menos, seis jugadores por detrás de la línea de la pelota y cantidad de jugadores en ataque, con los laterales que se desprenden, uno de los cincos que se adelanta y los 3 medias puntas que generan juego para que el centrodelantero la meta.
Este sistema entre otras cosas delega responsabilidades. Hace que Riquelme no cargue con la presión de ser el único generador de juego e integra a Messi, por derecha, y Tevez, por izquierda, en el circuito futbolístico que un equipo con aspiraciones debe tener. Posar todo el juego en un jugador, a la larga o a la corta, termina con malos resultados, como se vio tanto en el Mundial de Alemania como en la Copa América 07. Los laterales en este esquema son fundamentales, por lo menos uno que tenga vocación ofensiva para agregar un jugador más en el medio campo y para pasar cuando el media punta haga la diagonal hacia el centro. En esto Zanetti e Ibarra, por derecha, le pueden dar otra variante por la espalda de un Messi que busca el arco en la mayoría de sus intervenciones.
El valor más grande que tiene este seleccionado, aún más que los buenos disparos de Riquelme y los arranques desequilibrantes de Messi, es el 5. Mascherano ya dejo de ser el “Jefecito” para convertirse en el “Jefe” del seleccionado. La regularidad es una de sus características pero es regular en el alto nivel y no en la mediocridad. Quita y juega a uno o dos toques, es profundo y da equilibrio. No lo nubla el arco contrario y se dedica siempre a estar bien parado para la descarga o cortar la jugada en forma inmediata. Es un jugador fundamental para este tipo de sistemas.
Ojala que el “Coco” se anime a continuar jugando de esta manera. Será muy importante para quitar presiones y para no facilitarle a los contrarios el anular al generador de juego.
La variante en la que más cómodos se sienten los jugadores que juegan en Europa no es una más. Es quizás la que mayores éxitos produjo luego del conocido 4-4-2. Es una variante en la que Riquelme es un engranaje que hace funcionar un motor y no el motor entero, donde sin tener partidos descollantes tiene partidos que le sirven al equipo. Es un sistema para tener muy en cuenta. Ojala que se repita.