Cerca de cuartos
Boca se sacó de encima lo que a priori parecía un duelo duro de 180 minutos. Le ganó 3-0 a Vélez de local y se prefila para quedarse con el duelo de los dos únicos equipos argetninos en la Copa Libertadores.
En el primer tiempo, los locales dominaron el partido pero sufrieron la falta de buena definición, tal vez su punto más flojo este año, se tuvieron que conformar con un 1-0 que dejaba gusto a poco. Ni siquiera pudieron ampliar la ventaja cuando el arquero Gastón Sessa se hizo expulsar por una patada en la cara de Rodrigo Palacio en medio del área. Martín Palermo erró el penal, el juez de línea le anuló mal un gol a Palacio y alguna que otra jugada despediciada podía desesperar a Boca en el entretiempo.
Por suerto para loz Xeneizes en el segundo tiempo pudieron reflejar en el marcador su supremasía futbolística, que desde la expulsión del arquero se acentuó, y sentenciar un 3-0 que los deja tranquilos de cara a la revancha del miércoles que viene en Liniers.
Pablo Ledesma, con una nueva actuación brillante, sigue justificando la convocatoria a la Selección argentina. Es el mejor socio que tiene el conductor del equipo, Juan Román Riquelme (otro que sigue repitiendo buenas actuaciones), por derecha genera muchas jugadas de riesgo para el arco contrario, como la del segundo gol, y por el centro llega para definir si es que le toca.
Ever Banega debió ser expulsado en el primer tiempo, es por eso que en el segundo tiempo prefirió no entrar mucho en juego y en el roce para evitar la roja. De a ratos se olvidó de jugar.
Por el lado de Vélez, el defensor Hernán Pellerano tuvo una mala noche, perdió en velocidad con un desequilibrante Palacio y por arriba no pudo evitar que Palermo cabeceara; el delantero Mauro Zárate fue sacrificado para que entre el arquero suplente, se fue amonestado y muy enojado.
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Fotos vías Olé y El Mundo