lunes, 15 de octubre de 2007

Incompatibilidad estructural

Es imposible que, con Tevez, Messi y Riquelme entre los titulares, el todo sea más que la suma de las partes. Porque si Messi encara y se gambetea a cinco, Tevez no la toca. Y si Riquelme ejecuta los tiros libres, Messi se queda mirándolo. Son tres estrellas y a ninguno le resulta sencillo asumir un papel de reparto. Por eso, Leo no gritó el segundo golazo de Román. Porque no se sintió parte. Es una actitud criticable y corregible, pero también lógica ante este escenario. Acaso el más generoso de los tres, Carlitos, intenta suplir esa falta de protagonismo con esfuerzo y sacrificio. Sin embargo, patea muy poco al arco, como en aquel sobreestimado partido ante Alemania, en Berlín.
Correr puede ser el punto de partida, pero nos confundimos si lo ponemos como una finalidad. Mucho más tratándose de un delantero con sus condiciones. Con este trío en la cancha, hasta ahora sólo ha brillado Riquelme con algunos destellos de Messi. No hay ningún partido de los tres juntos rindiendo a gran nivel. Aun así, Basile los pone a todos en una decisión contracultural. Hoy una fórmula repleta de talentosos y creativos está bajo sospecha.

Juan Pablo Varsky, en La Nación

En Los especialistas | Nos guste o no, esta selección si tiene su estilo