Boca, demasiado cerca de ganar la sexta

En un partido chato, Boca sacó una importantísima ventaja de cara al partido de vuelta de la final de Copa Libertadores al ganarle 3-0 de local a Gremio con goles de Rodrigo Palacio, Juan Román Riquelme y Pablo Ledesma.
El primer tiempo y el segundo tuvieron desarrollos distintos, pero en ambos fue el local quien generó las mejores situaciones de gol, tanto cuando fue el dominador como cuando fue el dominado.
En la primera parte, el equipo brasileño tuvo más tiempo y mejor la pelota, copó la mitad de cancha, apretó bastante arriba y pasó velozmente de posiciones defensivas a ofensivas. Le faltó superar la última barrera, la defensa de Boca, es por eso que casi ni preocuparon al arquero rival.
Ever Banega no encontró su sitio cuando Gremio tuvo la pelota y fue Pablo Ledesma quien tuvo que retroceder y cumplir la función de cortar el juego en la mitad de cancha. Por su parte, Daniel Díaz y Hugo Ibarra estuvieron al nivel de sus compañeros de última línea. En el pié a pié fueron prácticamente impasables, el primero por personalidad y saber poner el cuerpo; el segundo por técnica. Además, casi nunca reventaron la pelota. Los pelotazos del Cata Díaz fueron buscaron las espaldas de los laterales rivales y para que Palacio, Ledesma o Neri Cardozo los recibieran e intentaran generar peligro, los dos primeros tuvieron más éxito que el impresiso volante por izquierda. En cambio, Ibarra prefirió salir por abajo, ya sea gambeteando o buscando a un compañero.
Las pocas situaciones de gol que Boca generó en los primeros 45 minutos fueron por pelota parada o por un desborde de Palacio, quien no estuvo fino en la definición. El primer gol llegó desde una falta que le hicieron a Ledesma cerca del área, después de una jugada personal.

La segunda parte fue bien distinta. Boca salió en busca de más goles y desbordó la defensa brasileña. Palacio, en dos ocasiones, no pudo anotar después de buenas jugadas colectivas.
La expulsión de Sandro Goiano a los 14 minutos relajó a Boca y alarmó a Gremio, es por éso que durante los siguientes 15 minutos el partido entró en una llanura que rompió Riquelme con su gol después de un tiro libre. En los últimos minutos, los Xeneizes fueron en busca del tercer gol, gol que econtró en la cabeza de Ledemsa.

Lo negativo, además del primer tiempo de Banega, fue la actuación de Cardozo. EL mendozino perdió la mayoría de las pelotas que intentó jugar, cometió varias faltas innecesarias, se ganó una amarilla por una patada desde atrás y el hueco que dejó a su espalda fue aprovechado por los jugadores de Gremio para intentar atacar.
El miércoles que viene en Puerto Alegre, Boca se puede dar el lujo de perder por dos goles para levantar su sexta Copa Libertadores, la cuarta en ocho años, y despedir a Riquelme de la mejor manera.

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Foto vía La Nación
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